Nunca más
Estaba yo un dia leyendo un libro en mi Slackware Linux 13.0, sin preocuparme por nada en el mundo, escuchando buena música, en un estado de completa relajación.
Cuando apareció, el teclado parpadeó repentinamente, el mouse no respondía, la música dejó de sonar...
"Imposible" - dije. El primer cuelgue en mi Slackware Linux desde el 2005, inadmisible.
Intenté leer el log del sistema, pero cada el ordenador se reiniciaba aleatoriamente. Probe mi sistema Ubuntu (testing), instalado en el mismo disco. Fue aun peor, Ubuntu hasta la fecha no puede arrancar.
Al final, probe Windows, - ":-(" - todo bien, no hay problemas... esperen, ... pantallazo azul...
Comprobé la memoria del sistema, sus temperatura, componentes, conectores, ... nada.
Al final, como último intento, limpie el CMOS con un jumper. Y, maravilla, todo funciona de nuevo, no volvio a ocurrir nada inesperado, - al menos en Linux - Slackware no volvió a fallar.
Pero aún me pregunto, qué habra sido, pero algo sucedió. A pesar de haber sido un problema de hardware, Slackware cayó, mi mundo cambió, mi alma, del fondo de esa sombra que flota sobre el suelo, no podrá liberarse. ¡Nunca más!
Cuando apareció, el teclado parpadeó repentinamente, el mouse no respondía, la música dejó de sonar...
"Imposible" - dije. El primer cuelgue en mi Slackware Linux desde el 2005, inadmisible.
Intenté leer el log del sistema, pero cada el ordenador se reiniciaba aleatoriamente. Probe mi sistema Ubuntu (testing), instalado en el mismo disco. Fue aun peor, Ubuntu hasta la fecha no puede arrancar.
Al final, probe Windows, - ":-(" - todo bien, no hay problemas... esperen, ... pantallazo azul...
Comprobé la memoria del sistema, sus temperatura, componentes, conectores, ... nada.
Al final, como último intento, limpie el CMOS con un jumper. Y, maravilla, todo funciona de nuevo, no volvio a ocurrir nada inesperado, - al menos en Linux - Slackware no volvió a fallar.
Pero aún me pregunto, qué habra sido, pero algo sucedió. A pesar de haber sido un problema de hardware, Slackware cayó, mi mundo cambió, mi alma, del fondo de esa sombra que flota sobre el suelo, no podrá liberarse. ¡Nunca más!